I

  Enormes piñatas
 Explotan en el aire
 Explotan
en pedazos
de enormes
piñatas


Me quedé muy satisfecha con la clase de hoy, sobretodo por la propuesta de los docentes de desacralizar lo ''correcto'', entender que esa percepción es también una construcción  y que las posibilidades son muchas. Generalmente estamos acostumbrados a que en el sistema educativo se machaquen los errores, se los evite, y condene, pocas son las veces en que la exploración y el corrimiento son apreciados como elementos constructivos. Justamente hoy antes de la clase, había estado leyendo ''Psicomagia'' de Alejandro Jodorowsky que declara en un pequeño fragmento: '' El error está permitido, siempre que se cometa una sola vez y dentro de la búsqueda sincera de conocimiento. Ésa es la condición humana: el hombre busca el conocimiento, ¿y qué es el hombre en busca de algo sino, por definición, un ser errático? El error es parte integrante del camino[...] Para hacer una tortilla hay que romper los huevos.''
Certera me parece esta reflexión de Jodorowsky, creo que el ''error'' es una forma de asegurarse el movimiento, digo, idealmente se avanza pero en el caso de que no sea así, no se retrocede. El error cometido se puede arrastrar o ser reemplazado por un nuevo error pero no creo en el empeoramiento de la situación, si no en la sustitución. Si las personas estuviéramos más familiarizadas con esta condición intrínseca de seres erráticos podríamos valorar el espíritu edificante de la equivocación. No reniego de los factores técnicos que se valen de una percepción bastante más rigurosa de lo ''correcto/incorrecto'', si no que prefiero referirme a la percepción que cada uno tuvo del lugar asignado y como lo representó. A esto me refiero cuando hablo de la calidad casi edilicia del error como signo de búsqueda. Inútil me parece tratar de ocultar algo que está ahí y emerge. Las partes no son ajenas al todo si no una unión simbiótica para poder existir; tomé conciencia de la importancia de puesta en contacto entre las fotos que se propongan, ver la serie como una herramienta más, otra puerta para abrir.
Las posibilidades son infinitas a los ojos de quiénes miran, por eso reducir las opciones a lo ''correcto'' me parece absurdo. El camino es tan válido como uno lo construya. Me incómoda bastante cuando empiezo a notar que se cercena la creatividad o la intuición individual para que todo quepa en esa cajita chiquita de ''lo que está bien'';y que al final se ponga un supuesto ideal al que aspirar que deja como respuesta a una intensa búsqueda casi el mismo resultado en todos los casos, independientemente del camino que cada uno recorrió, y totalmente carente de entidad propia.Por eso me pareció tan fructífera la clase, se alentó el acto creador como proceso interno de cada alumno y, no como un imposible del que es necesario apropiarse a la fuerza, sacrificando la visión individual. La clase me ayudó a resignificar muchos conceptos que cuando nos son presentados y aceptados, así como tal, sin internalizarlos, dejamos sujetos a la obviedad, cuando realmente para entender es necesario cuestionar.